El dominio archaea o reino archaea representa uno de los tres dominios de la vida. Está compuesto por organismos procariotas unicelulares microscópicos muy similares y al mismo tiempo muy diferentes a las bacterias y a los eucariotas en muchos aspectos.
Poseen caracteres pertenecientes a los dominios Bacteria y Eukarya debido a que filogenéticamente ocupan una posición intermedia
Pueden ser Gram positivas o Gram negativas
Formas muy diversas: Esférica, bacilar, espiral, lobulada, laminada o pleomórficas.
A veces forman filamentos o agregados
Pueden ser aerobias, anaerobias facultativas o anaerobias estrictas
Presentan una gran diversidad nutricional .
Hay especies autótrofas quimiorganotrofas y quimiolitotrofas
Ninguna especie realiza fotosíntesis
Algunas producen Metano
Contiene especies termófilas , hipertermófilas y psicrófilas
Se encuentran en hábitat marinos y terrestres, también en simbiosis con animales. Muchos de sus componentes viven en ambientes extremos en cuanto a temperatura, salinidad o pH se refiere, debido a adaptaciones estructurales, químicas y metabólicas.
Son las que viven en ambientes extremos se usan para la extracción de enzimas que soportan altas temperaturas, acidez o alcalinidad, por ejemplo en la industria de alimentos en estas condiciones como la leche baja en lactosa. Otras especies se usan en el tratamiento de aguas residuales. Así como en la minería para la extracción de metales.
De acuerdo con los datos de las secuencias de las subunidades pequeñas de los ARN ribosomales de las arqueas, este grupo ha sido dividido principalmente en dos “filos”, los cuales se conocen como el filo Crenarchaeota y el filo Euryarchaeota, cuyos miembros son, sobre todo, arqueas cultivadas in vitro.
No obstante, muchas de las arqueas descritas recientemente no han sido cultivadas in vitro y solo están lejanamente relacionadas con las secuencias que han sido aisladas de las especies mantenidas en los laboratorios.
Este grupo está formado principalmente por especies de arqueas hipertermófilas y termoacidófilas, es decir, aquellos géneros de arqueas que habitan ambientes inhóspitos con condiciones térmicas y de pH extremas.
Está compuesto por una sola clase taxonómica, que se conoce como Thermoprotei, dentro de la cual se encuentran los siguientes cinco órdenes taxonómicos: Acidilobales, Desulfurococcales, Fervidicoccales, Sulfolobales y Thermoproteales.
Los miembros de este grupo tienen un rango ecológico un poco más amplio, pudiendo hallarse en él algunas especies hipertermófilas, metanógenas, halófilas e incluso metanógenas termofílicas, arqueas desnitrificantes, reductoras de azufre, oxidadoras de hierro y algunas organotrofas.
Las clases taxonómicas descritas para los euriarqueotas son ocho y se conocen como Methanopyri, Methanococci, Methanobacteria, Methanomicrobia, Archaeglobi, Halobacteria, Thermococci y Thermoplasmata.
Este filo fue definido hace relativamente poco tiempo y muy pocas de las especies pertenecientes al mismo han sido cultivadas in vitro, por lo que se sabe poco de estos organismos.
Todos los miembros del filo obtienen su energía a partir de la oxidación de amonio y están distribuidos globalmente en cuerpos de agua dulce, suelos, sedimentos y aguas termales.
Algunos investigadores expertos en la materia, basándose en el análisis de secuencias genómicas, han determinado recientemente la existencia de tres filos adicionales en el reino Archaea, aunque las especies propuestas para estos filos todavía no fueron aisladas en un laboratorio.
En general, los miembros pertenecientes a estos filos han sido hallados bajo la superficie de muchos ecosistemas terrestres y marinos, pero también en aguas termales y en sistemas hidrotermales del mar profundo.
La mayoría de las especies de arqueas con organismos quimiótrofos, es decir, que son capaces de emplear compuestos inorgánicos altamente reducidos para conseguir la energía que necesitan para “mover” su maquinaria metabólica, especialmente la que tiene que ver con la respiración.
La “especificidad” por las moléculas inorgánicas que emplean como sustratos para producir energía depende del ambiente donde se desarrolla cada especie en particular.
Otras arqueas, así como las plantas, las algas, los briófitos y las cianobacterias, son capaces de realizar fotosíntesis, es decir, que utilizan y convierten la energía lumínica de los rayos solares en energía química aprovechable.
Así como las bacterias, las arqueas son organismos unicelulares cuya reproducción es exclusivamente asexual. Los principales mecanismos descritos a partir de las especies mantenidas in vitro son:
Las arqueas se han relacionado principalmente con ambientes “extremos”, es decir, aquellos lugares naturales que imponen serias restricciones para el desarrollo normal de los seres vivos, especialmente en términos de temperatura, pH, salinidad, anaerobiosis (ausencia de oxígeno), etc.; razón por la cual su estudio resulta sumamente interesante, pues poseen adaptaciones únicas.